Capitulo 2 Solo un sueño
Un día alguien me dio vida, emergí de la nada, y ahora me encontraba en el mejor lugar del mundo. Tenía esperanza, tenía cientos de ilusiones, millones de besos por repartir, centenares de risas que arrancar, y lágrimas que limpiar, incluyendo las mías. No se realmente que hubiese sido de mi vida, pero debía valer la pena, o por lo menos yo me hubiese encargado de que lo valiera.
Tenía apenas dos meses y medio, viviendo completamente extasiado ante cada nueva emoción o sensación que provenían de mi madre.
La verdad me importaba poco las circunstancias bajo las cuales había sido creado, ese fue mi grave error, pasar ese pequeño gran detalle por alto.
Yo tenía una misión importante en esta vida, tantos sueños destrozados, tantas metas inservibles; ella no sabía las cosas que yo hubiera sido capaz de realizar, la magnitud que mi vida podría tener sobre su vida, y la de otras personas. Solo me hubiese gustado que ella si quiera se hubiese detenido un segundo para considerar esa pequeña gran posibilidad, ¿Por que le costaba tanto trabajo pensar en mi de otra forma, o por lo menos de una manera más positiva?
No puedo evitar pensar a veces en las miles de maneras en que pude haber disfrutado mi vida, en la manera en que habría saboreado hasta el más amargo de esos pequeños y fugaces momentos. Si yo pudiera estar en tu lugar, no hubiese desperdiciado ni un solo segundo. Hubiese gozado, de las cosas que la vida me habría ofrecido, hubiera podido cubrir de besos a mi madre, si la que tu tienes hubiese sido la mía, yo no le hubiese gritado de la manera en que tu le gritas en ocasiones. Yo no me hubiese limpiado sus besos de la manera en que tú lo haces, jamás me hubiera avergonzado de ella. Pero una vez más necesito recordar que, yo no tuve la suerte que tú tienes.
Mi grito es un llamado desesperado, clamando por que despiertes, a pesar de que nadie lo quiera escuchar; yo no tengo las posibilidades que tu tienes, y te invito a que hoy, sientas y disfrutes hasta el más pequeño de los momentos de tu día. Y me ayudes a marcar esa pequeña gran diferencia, que en lugar de quejarte, digas o hagas, algo positivo, solo te pido, que te unas a mi voz para marcar la diferencia, y que me ayudes a hacer llegar este mensaje, a las personas que lo necesiten.
Es demasiado tarde para mí, pero tal vez no lo sea para otros, el objetivo es mejorar tu vida, y lograr que por lo menos una, pueda salvarse del suplicio que yo tuve que vivir.
Regresando a la historia, puedo decirles que de una extraña forma, me siento un triunfador. Por que algunos, no logran ser más que un ovulo fecundado.
Es irónico que halla mujeres que darían su vida, por tener le placer de brindársela a otra persona. ¿Qué crueles bromas juega el destino a veces, no creen?
Hay quienes tienen el corazón y el alma para ser madres, pero no el vientre, y quienes tienen el vientre, pero ni un pelo de madres.
Y se que hay madres como la mía, que ya se han arrepentido, aunque sea demasiado tarde.
En mi caso mi madre fue victima de una violación. Un canalla abuso de ella, arrebatándole sus sueños, pero no su vida. Se que es demasiado cruda la palabra, pero eso no justifica lo que me hicieron. ¿Por qué tenía que ser precisamente yo, quien pagara los platos rotos?
Sus emociones me asombraban constantemente, ella siempre esta sumida en su dolor y en su desesperanza, habría dado lo que fuera para poder secar sus lágrimas y sanar su dolor; pero ella nunca supo ver, que su dolor era el mío, y sus lágrimas, también lo eran.
Su vientre era un lugar fantástico, había una cuerda que nos conectaba; podía sentir lo que ella sentía, y escuchar lo que ella escuchaba. Yo trataba de absorber toda la información que recibía de ella; era mi heroína, mi todo. A veces cuando la tristeza se apoderaba de ella, trataba de aliviarla, me desesperaba no poder encontrar la salida indicada, para estar a su lado, me moría por arrancarle ese dolor que le partía el alma.
Cientos de veces acaricie el sueño, del día en que finalmente la tendría de frente, el día que podría decirle te quiero, el primer día que podría darle en un simple beso, todo el cariño, amor y agradecimiento que tenía por ella. Cuando sería capaz de cuidarla, de protegerla, de resguardarla del mundo. Pero solo fue eso, un sueño.
Por alguna extraña razón, lograba transmitirle mis emociones, y en medio de sus lágrimas sonreía, acariciando el lugar más hermoso en el que haya podido estar, y que por un tiempo fue mi hogar. Llegue a pensar que sí sabía, que realmente me conocía.
Tenía apenas dos meses y medio, viviendo completamente extasiado ante cada nueva emoción o sensación que provenían de mi madre.
La verdad me importaba poco las circunstancias bajo las cuales había sido creado, ese fue mi grave error, pasar ese pequeño gran detalle por alto.
Yo tenía una misión importante en esta vida, tantos sueños destrozados, tantas metas inservibles; ella no sabía las cosas que yo hubiera sido capaz de realizar, la magnitud que mi vida podría tener sobre su vida, y la de otras personas. Solo me hubiese gustado que ella si quiera se hubiese detenido un segundo para considerar esa pequeña gran posibilidad, ¿Por que le costaba tanto trabajo pensar en mi de otra forma, o por lo menos de una manera más positiva?
No puedo evitar pensar a veces en las miles de maneras en que pude haber disfrutado mi vida, en la manera en que habría saboreado hasta el más amargo de esos pequeños y fugaces momentos. Si yo pudiera estar en tu lugar, no hubiese desperdiciado ni un solo segundo. Hubiese gozado, de las cosas que la vida me habría ofrecido, hubiera podido cubrir de besos a mi madre, si la que tu tienes hubiese sido la mía, yo no le hubiese gritado de la manera en que tu le gritas en ocasiones. Yo no me hubiese limpiado sus besos de la manera en que tú lo haces, jamás me hubiera avergonzado de ella. Pero una vez más necesito recordar que, yo no tuve la suerte que tú tienes.
Mi grito es un llamado desesperado, clamando por que despiertes, a pesar de que nadie lo quiera escuchar; yo no tengo las posibilidades que tu tienes, y te invito a que hoy, sientas y disfrutes hasta el más pequeño de los momentos de tu día. Y me ayudes a marcar esa pequeña gran diferencia, que en lugar de quejarte, digas o hagas, algo positivo, solo te pido, que te unas a mi voz para marcar la diferencia, y que me ayudes a hacer llegar este mensaje, a las personas que lo necesiten.
Es demasiado tarde para mí, pero tal vez no lo sea para otros, el objetivo es mejorar tu vida, y lograr que por lo menos una, pueda salvarse del suplicio que yo tuve que vivir.
Regresando a la historia, puedo decirles que de una extraña forma, me siento un triunfador. Por que algunos, no logran ser más que un ovulo fecundado.
Es irónico que halla mujeres que darían su vida, por tener le placer de brindársela a otra persona. ¿Qué crueles bromas juega el destino a veces, no creen?
Hay quienes tienen el corazón y el alma para ser madres, pero no el vientre, y quienes tienen el vientre, pero ni un pelo de madres.
Y se que hay madres como la mía, que ya se han arrepentido, aunque sea demasiado tarde.
En mi caso mi madre fue victima de una violación. Un canalla abuso de ella, arrebatándole sus sueños, pero no su vida. Se que es demasiado cruda la palabra, pero eso no justifica lo que me hicieron. ¿Por qué tenía que ser precisamente yo, quien pagara los platos rotos?
Sus emociones me asombraban constantemente, ella siempre esta sumida en su dolor y en su desesperanza, habría dado lo que fuera para poder secar sus lágrimas y sanar su dolor; pero ella nunca supo ver, que su dolor era el mío, y sus lágrimas, también lo eran.
Su vientre era un lugar fantástico, había una cuerda que nos conectaba; podía sentir lo que ella sentía, y escuchar lo que ella escuchaba. Yo trataba de absorber toda la información que recibía de ella; era mi heroína, mi todo. A veces cuando la tristeza se apoderaba de ella, trataba de aliviarla, me desesperaba no poder encontrar la salida indicada, para estar a su lado, me moría por arrancarle ese dolor que le partía el alma.
Cientos de veces acaricie el sueño, del día en que finalmente la tendría de frente, el día que podría decirle te quiero, el primer día que podría darle en un simple beso, todo el cariño, amor y agradecimiento que tenía por ella. Cuando sería capaz de cuidarla, de protegerla, de resguardarla del mundo. Pero solo fue eso, un sueño.
Por alguna extraña razón, lograba transmitirle mis emociones, y en medio de sus lágrimas sonreía, acariciando el lugar más hermoso en el que haya podido estar, y que por un tiempo fue mi hogar. Llegue a pensar que sí sabía, que realmente me conocía.
1 comentarios:
DIOS SIEMPRE TERMINO LLORANDO DESPUES DE LEER UN CAP... ME HICISTE PENSAR EN LAS MILES DE OPORTUNIDADES QUE HE DEJADO PASAR DE DISFRUTAR A MI MAMITA Y A MI PAPITO...
DIOS NOSOTROS QUE TUVIMOS LA OPORTUNIDAD Y DICHA DE NACER Y QUE TENEMOS UNOS PADRES MARAVILLOSOS EN OCASIONES NO VALORAMOS NADA DE ESO Y NOS DAMOS CUENTA DE TODO LO QUE HAN HECHO POR NOSOTROS DEMASIADO TARDE...
GRACIAS CIT POR HACERME VER ESO...
TE QUIERO AMIGOSOSA
ERES INCREIBLE, SIENTO CADA PALABRA QUE ESCRIBES...
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